BRINDEMOS POR UN AÑO QUE PASARÁ A LA HISTORIA
2021 toca su fin y con sus últimos días llega el típico periodo de reflexión. Miramos atrás y sentimos que para todos ha sido un año complicado tanto en lo personal, como en lo profesional. Y disculpadnos porque a diferencia de lo que venimos haciendo siempre, esta vez no vamos a dar excesivas claves de nuestro sector, sino más bien trataremos de cerrar en pocas líneas un año atípico para todos, pero en especial muy distinto para nosotros.
En un año en el que creíamos que la pandemia habría salido de nuestro vocabulario más típico, nos acercamos a las Navidades con grandes dudas sobre la seguridad de sentarnos a la mesa con nuestros seres más queridos. Dudas porque, por supuesto, el virus sigue sorprendiéndonos con nuevas olas y variantes, pero también porque estamos inmersos en una crisis de abastecimiento mundial en la que no sabemos hasta dónde cortar la tarta para que llegue para todos. Y es que, las dificultades que está experimentando el comercio global a causa de la pandemia y de la crisis del transporte marítimo, están provocando escasez en algunos productos.
El parón producido por los confinamientos masivos de 2020, que nos llevó a todos a disparar el comercio online, el colosal aumento en la demanda de materias, la escasez de contenedores y de barcos que dificulta el transporte global de mercancías y un largo etcétera nos hacen, un año más, cerrar el ejercicio con grandes dosis de incertidumbre. En definitiva, la recuperación del consumo global tras el coronavirus, quizás más rápida de lo esperado, ha pillado desprevenidos a los productores de bienes, algo que ha hecho saltar por los aires la cadena de suministro. Y como colofón final a esta suma interminable, el cierre de determinadas fábricas chinas, que está inmersa en una transformación de su modelo productivo para utilizar menos carbón y más gas, ha agravado en los últimos meses aún más la situación.
Y aquí paramos porque prometimos no dar muchas cifras y ser algo más reflexivos. Aunque, es cierto que nos hubiera gustado dar un adiós definitivo al coronavirus y habernos sentado a cenar en una mesa rebosante de manjares y sin mascarilla, este año volverá a pasar a la historia por ser un año en el que la Covid-19 nos puso muchas condiciones. Pero para nosotros, esta gran compañía, este ejercicio también será inolvidable porque pasamos a formar parte de una familia más grande llamada GAM.
Desde hace semanas hemos unido nuestro pequeño yate a ese gran buque para que, remando juntos, lleguemos aún mas lejos. Pero seguimos siendo nosotros, con nuestra misma esencia. Por ello, desde RECAMASA os deseamos un excelente cierre de año y esperamos que 2022 sea para todos, al menos, igual de bueno que para nosotros lo ha sido este año que en pocos días cerramos.
¡FELIZ NAVIDAD y CHIN, CHIN!