El sector de la logística bombea sin cesar en la lucha global contra el coronavirus
Por Recamasa 19.03.2020
Un reto sin precedentes para la logística global.
Parecía que la guerra comercial se estaba convirtiendo en el peor dolor de cabeza para sector de la logística cuando a principios de año un nuevo terremoto hizo su aparición en el otro extremo del mundo.
El COVID-19, un nuevo tipo de coronavirus tardo poco en gripar a la hasta ahora incombustible locomotora china y sus efectos se hicieron sentir por todas partes. Junto a las noticias que llegaban sobre restricción de movimientos y confinamientos masivos, además del dramático crecimientos de víctimas de lo que la OMS ya ha catalogado como pandemia global, las principales vías de transporte y suministros del mundo empezaban a verse afectadas.
Y ahora, mientras los habitantes de Shanghái, Pekín o Nankín empiezan a salir a la calle celebrando la agridulce victoria sobre el virus, el escenario se ha trasladado al Viejo Continente que, con más de 51.000 infectados, se ha convertido en el principal foco del COVID-19. Desde el norte de Italia, los países europeos estamos siendo testigos uno tras otro de una situación que hace un mes veíamos a través de las páginas de periódicos o en las ediciones de los telediarios.
Y la respuesta por parte de gobiernos y entidades supranacionales no se han hecho esperar. Italia primero y después España han puesto en marcha los mecanismos necesarios para reducir al máximo la transmisión del virus, recomendando primero y obligando después a través de los mecanismos legales que las Constituciones prevén en su articulado a sus ciudadanos a permanecer en casa, restringiendo hasta tal punto sus movimientos que los supuestos que permiten hoy en día circular por la vía pública se pueden contar con los dedos de una mano.
Desde una perspectiva más amplia, las fronteras nacionales se vuelven a levantar, Schengen queda de momento suspendido hasta nuevo aviso, el presidente Trump prohíbe los viajes desde Europa, dañando con ello el transporte de carga aéreo, que se ha visto tanto reducido como encarecido, todo ello con el objetivo de frenar la expansión de la enfermedad, permitir que los sistemas sanitarios puedan digerir la avalancha de casos que crecen día a día y, en definitiva, proteger a nuestros ciudadanos más vulnerables de las consecuencias de este nuevo tipo de coronavirus.
Un esfuerzo frenético con un único objetivo: El abastecimiento garantizado.
Una situación difícil se presenta teniendo en cuenta el panorama actual que afecta de una manera drástica a multitud de esferas, la primera y más importante, la salud, pero también económica y laboral para empresarios y trabajadores de múltiples sectores, entre ellos el del transporte y la logística.
Pero mientras tanto, en las trincheras de esta batalla muchos héroes se están dejando la piel para cuidarnos a todos. Muchos llevan un pijama blanco o verde y día tras día en duras jornadas atienden a la riada de nuevos casos tratando de sacar a delante a todas las personas infectadas muchas veces sin apenas descanso ni horas para dormir.
Pero no son los únicos. Otros muchos gestionan rutas de transporte, centros de distribución y almacenes logísticos, conducen camiones, levantan cajas en almacenes, navegan en enormes mercantes o pilotan aviones con el objetivo de que desabastecimiento se quede tan sólo como la consecuencia de un agudo sentido de la anticipación, haciendo llegar suministros y productos de primera necesidad a sus destinatarios, ya sean hospitales, grandes superficies o pequeños comercios.
La resiliencia de un sector clave para afrontar la crisis viene de la colaboración entre actores públicos y privados.
Toda una industria que trabaja de manera conjunta para sortear las barreras que se presentan en una situación tan excepcional y que ha puesto todos sus recursos a disposición del interés general, priorizando en algunos casos el envío de material médico, o de aquellas mercancías consideradas de primera necesidad, adaptando cada eslabón de la cadena logística para mantener la actividad en cifras previas a esta crisis.
Este esfuerzo ha hecho que como señala la empresa Ontruck el transporte de mercancías básicas se haya triplicado durante los primeros días del estado de alarma en España. Ante casi un aumento del 360% en la demanda provocada por la lógica incertidumbre de los ciudadanos estas cifras reflejan el resultado de un impulso común del sector por mantener la normalidad en lo referido a volúmenes de mercancías.
Habrá tensión sí, pero las mercancías llegarán a su destino incluso hasta aquellas personas con movilidad reducida a través del e-commerce y nuestro sector, que es cada día más global pero más eficaz y, sobre todo, más resiliente, saldrá reforzado de esta crisis y con la gratificante sensación de haber estado ahí en el momento de mayor necesidad.