La logística del futuro también se escribe en términos de seguridad para sus empleados

Por Recamasa 27.02.2020

Inmediatez en el sector de la logística: Un frenesí que aumenta los riesgos en el sector.

El sector logístico vive momentos frenéticos. Globalización, digitalización y e-commerce, omnicanalidad y disponibilidad. La impaciencia de los consumidores ha crecido de forma paralela a la transformación del sector, disparando hasta límites insospechados la actividad de toda la cadena logística.

Almacenes entre las cuerdas, carretillas danzando de un sitio a otro cargadas de paquetes, operarios al borde de un ataque de nervios por los que pasan entregas y devoluciones que en algunas ocasiones se cuentan por miles al día, como el caso de la ya famosa Peak Season, que en nuestro país se extiende desde el importado Black Friday hasta la ya tradicional Noche de Reyes y las más tradicionales (si cabe aún) rebajas de enero.

En definitiva, vivimos en la era de la inmediatez. Una palabra que si se combina con los diferentes pasos de la cadena logística por los que un producto llega desde su punto de origen a su destino puede conllevar un alto riesgo para todas esas personas que trabajan en los centros de almacenaje aupando y bajando paquetes, conduciendo carretillas elevadoras o en labores administrativas (nadie está libre de una lluvia de paquetes o de un atropello fortuito).

Hacia un futuro 360: Eficiencia y eficacia en un entorno 0 defectos

Últimamente, cuando se nos menciona al sector, suele venir acompañado de la necesidad de un modelo más eficiente para la gestión de la actividad logística.

Durante los últimos años el foco se ha puesto cada vez más en la importancia de las nuevas tecnologías y del cambio en la cultura organizativa para que, ante esta marea logística, el sector funcione con la fluidez necesaria para que los clientes no puedan si quiera percibir un ápice de descoordinación en el servicio. Pero también es cierto que, para que este sistema sea una máquina perfecta, debe suponer de igual manera que la fuerza humana que lo compone no corra el menor riesgo, es decir, que viva en un entorno laboral de cero accidentes algo que está muy lejos de lo que las primeras previsiones para el año 2019 parecen reflejar, con más de 40.000 accidentes laborales, un 3% más que en 2018.

Organización y formación como ejes de una estrategia óptima de prevención y seguridad laboral.

Para ello, seguridad y prevención laboral deben ser palabras tatuadas en el funcionamiento de cualquier centro logístico. Es verdad que la digitalización y la automatización nos ofrecen una imagen mucho más segura de los almacenes, al fin y al cabo, extender la inteligencia a objetos y máquinas supone dotar de más ojos y más capacidad de anticipación a más elementos del sistema. Pero el factor humano seguirá estando ahí y a corto plazo al menos seguirá realizando trabajos de primera línea con numerosos riesgos.

La clave en este sentido está, al igual que si hablásemos en términos de eficiencia, en el funcionamiento de los centros logísticos en dos términos, organización y formación. Organización en las instalaciones, en el diseño de los almacenes, creando espacios independientes y delimitados para cada tarea y estanterías o habitáculos que respeten las necesidades de cada tipo de producto. Y educación y formación en el caso del personal. Las empresas de logística y transporte deben concienciar a sus trabajadores de todas aquellos productos, posturas o hábitos que poseen un potencial riesgo para ellos. Y no sólo esto. Dentro de los almacenes la actividad humana se combina con una serie de equipos como las carretillas que depende del quién y pueden ser el origen de numerosos riesgos. ¿Todos hemos visto una carretilla, ¿no? Desde las horquillas de carga hasta el propio hecho de que se trata de un vehículo que además es capaz de elevar y hacer descender cargas sumamente pesadas, todos sus componentes parecen llamados a sembrar el caos en el almacén si la formación de los operarios es deficitaria o brilla por su ausencia.

Por ello, fomentar planes como los de prevención y formación en términos de seguridad es fundamental (aparte de obligatorio). Un muy buen ejemplo en este sentido y en referencia a las carretillas elevadoras es el manual del operador del operador, una compilación de medidas de seguridad y uso seguro que la Asociación Española de Carretillas Elevadoras (AECE) ha publicado con el objetivo de aportar su granito de arena en este sentido. Importante, no sólo empresas del sector, si no asociaciones y sindicatos deben (y lo hacen) trabajar conjuntamente en este sentido.

La seguridad como parte intrínseca del esfuerzo por enfrentar los retos del futuro.

El sector de la logística está lleno de excepcionales profesionales, conscientes la importancia económica y estrategia del sector, preparados para abordar el periodo de revolución y agitación que se presenta a futuro, con el único objetivo de que cualquier pedido, sea para un ciudadano en concreto o para una gran empresa, llegue a tiempo. Consecuentes con su importancia, desarrollar una cultura de riesgos laborales óptima que mire a un futuro laboral de 0 accidentes se convierte en un eje primordial igual de relevante que la digitalización o el compromiso con el medio ambiente para la construcción de la logística del futuro.