Brazos de acero para el Black Friday; La semana del caos logístico
Por Recamasa 29.11.2019
La peak season comienza esta semana. Arrastrada por el famoso Black Friday, desde el lunes y durante toda esta semana, un mar de ofertas inunda tiendas, grandes superficies comerciales, pero también páginas webs y apps.
Entrar en el sitio web de una de las grandes cadenas de informática y electrónica o en las apps de firmas de ropa y complementos, instaladas en nuestros smartphones, se convierte en una sucesión incansable de tentaciones en las que muchos españoles, pensando en reducir el presupuesto de los regalos de las ya próximas navidades o simplemente deseosos de encontrar ese artículo tan codiciado con una rebaja sustancial en su precio, caen sin ningún reparo.
Compras, compras y más compras y según Puro Marketing, referenciando el estudio Pink Friday elaborado por Bnext, un 55% de los “pecadores” de este periodo lo será a través de internet. El ecommerce, cada vez más presente en nuestras vidas, ha venido para quedarse, siendo la comodidad con la que permite adquirir productos en su mayor parte, la principal causa de su crecimiento.
Pero, por otro lado, es también la causa del drástico aumento de las devoluciones. Tal y como señala el diario El Mundo, según UPS, uno de los grandes operadores logísticos mundiales, en Estados Unidos el año pasado hubo casi un millón de devoluciones diarias tras el Black Friday, representando un 10% de todo lo comprado.
Paquetes, paquetes y más paquetes yendo y viniendo. Para las empresas de logística este periodo se convierte en una auténtica “pesadilla”. Como señala Correos, estas Navidades se estima un incremento de un 21% de paquetes, en comparación con el año pasado. En total se esperan mover un total de 27 millones de paquetes, en total 450.000 diarios.
Una fuerza sobrehumana para soportar el “tsunami” de paquetes
Teniendo en mente estos datos de ventas y devoluciones, la actividad en los centros de logística y almacenes se vuelve frenética, llegando a triplicarse el volumen de movimientos.
Afortunadamente, gracias a la tecnología, existen unos pequeños amigos sobre ruedas cuya contribución es crucial en todos los aspectos del trasporte y desplazamiento de paquetes, tanto dentro de los propios almacenes y centros logísticos, como en la carga y descarga en los vehículos que posteriormente los llevan a su destino final.
Desde que en 1923 Yale produjo la primera carretilla provista de horquillas y un mástil elevador, esta maquinaria ha supuesto un elemento clave en la gestión de cualquier tipo de mercancía almacenada. Su capacidad para trasladar cargas de gran peso, inabarcables para cualquier operario de carne y hueso, ha permitido ahorrar cientos de horas y de lesiones musculo esqueléticas, trasladando mercancías de una vez y evitando la farragosa tarea de tener que dividir el contenido en tarimas o secciones para disminuir su peso.
Pero aún hay más. La robotización también ha llegado a estos incansables trabajadores. Estos vehículos, al contrario que los tradicionales, pueden integrarse fácilmente en almacenes y centros de logística, permitiendo un funcionamiento continuo de las líneas de producción, reduciendo costes y sumando eficiencia y seguridad, ya que su convivencia con operarios de carne y hueso es, gracias a su sensorización e inteligencia, 100% segura.
Un altar para el mensajero que toque tu timbre
Hasta ahora os parecían irrelevantes, ¿verdad? Pues imaginar lo que sería gestionar una cifra tan ingente de paquetes únicamente por personas. Sería el caos. A nadie nos gusta recibir un paquete con retraso, que lleguemos al cumpleaños de nuestra pareja y que tengamos que entregar el típico sobre con el mensaje “vale por un…”. Peor es enfrentarte a la situación de abrir un paquete y ver que tu ansiado portátil se ha convertido en una jaula de pájaros porque alguien, en un pico de actividad puso la etiqueta equivocada. O, directamente, esperar en vano durante semanas y tener que enviar el temido correo de quejas al departamento de atención al cliente.
Por lo tanto, cada vez que recibáis vuestro ansiado paquete, pensad en que esos pequeños trabajadores que, con sus brazos de acero han levantado, trasladado y clasificado paquetes y han sido uno más a la hora de conseguir esa felicidad, tanto para vosotros, como para vuestra cuenta corriente.